MAMÁ, QUIERO UNA ESTRELLA

 Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

LA SEÑORA DE LA LUNA

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Dime, mamá ¿qué te parece la luna en el cielo?
Me parece una bola de algodón o una pelota de fuego.

Mamá, ¿quién habita en la luna?
Una señora bella como ninguna.

¿Por qué siempre está ahí? ¿Por qué no baja?

Porque todo el tiempo ella trabaja.

¿Y qué hace con tanto empeño?
 Teje ropa para los ángeles del cielo.

Pero, mamá, ¿es que ella no descansa?
No, los que viven en el cielo no se cansan.

Mamá, yo quiero vivir en la luna bella.
 Claro que sí, pero ahora vete a dormir y a soñar con ella.

´MUCHAS GRACIAS, PAPÁ

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Cuando aprendí a caminar

qué feliz estaba papá.

Con mis primeros dibujos

qué orgulloso estaba papá.

Por cada cosa que aprendo

y por todo lo que soy,

muchas gracias, papá.

MAMITA, YO TE QUIERO

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Mamita, yo te quiero 

hasta el cielo azul.

Dime, ¿hasta dónde 

me quieres tú?

“Te quiero hasta las nubes

que parecen de algodón."

 “Te quiero hasta la luna

que sale después del sol."

 

Mamita, yo te quiero

              hasta el cielo azul.

Dime, ¿hasta dónde

me quieres tú?

MAMITA, YO TE QUIERO

Por Lilia E. Calderón Almerco

Mamita, yo te quiero hasta el cielo azul.

Dime, ¿hasta dónde me quieres tú?

Te quiero hasta las nubes

que parecen de algodón.

Te quiero hasta la luna 

que sale después del sol.

Mamita, yo te quiero hasta el cielo azul.

Dime, ¿hasta dónde me quieres tú?

EL LIBRO DE MI ABUELO

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Un día, papá me regaló

un libro de mi abuelo

con pasta vieja de cartón 

e incontables agujeros.

 

Una docta polilla

con fama de estudiosa

vivía en aquel libro

comiéndose las hojas.

               

Sin aviso, se marchó

y partió muy disgustada,

pues poquito le faltaba

para ser una graduada.

LA SEÑORA DE LA LUNA

 Por Lilia E. Calderón Almerco

POR TU TERNURA, MAMÁ

MAMÁ, QUIERO UNA ESTRELLA

EL LIBRO DE MI ABUELO

Autora: Lilia E. Calderón Almerco

UNA APLICACIÓN DIDÁCTICA SUGERIDA

Área

Comunicación

Aprendices

Niños y niñas desde tercer grado de Primaria.

Competencias (DC 2017):

•   Se comunican oralmente en idioma castellano.
•   Leen y escriben diversos tipos de textos.

Aprendizajes esperados

•   Describen a los personajes
•   Infieren datos a partir del texto.
•   Se comunican oralmente y por escrito.
•   Trabajan en equipo.

Procedimientos

1.    Leen el poema en silencio e individualmente.

2.    Organizados en equipos dialogan, resuelven y toman nota.[1]

•   ¿De qué trataría el libro del abuelo?
•   ¿Cómo era la polilla?[2]
•   ¿Cómo era el niño que recibió el libro de su abuelo?
•   ¿Cuántos años estaría viviendo la polilla en aquel libro?

3.    Leen y comparten sus respuestas espontáneamente.[3]

4.    Dibujan y colorean el libro apolillado.

5.    En casa: Investigan sobre el ciclo de vida de una polilla.

Memorizan el poema (tarea opcional).

[1] Las respuestas no tienen que ser por consenso, necesariamente. Cada niño anotará su propia respuesta que puede ser distinta de los demás miembros del grupo.

[2] Sobre la segunda y tercera pregunta, se motivará a los niños para que adviertan no solo características físicas, sino también posibles virtudes o defectos del niño y la polilla.

[3] Los niños elegirán la pregunta sobre la que quieren compartir su respuesta. El docente facilitará que se compartan las respuestas a las cuatro preguntas.

ADIVINA QUIÉN

Autora: Lilia E. Calderón Almerco

Adivina ¿quién trabaja por mí?

¿Quién me ama por siempre

y me enseña a ser feliz?

Adivina ¿quién se desvela por mí?

¿Quién arruga la frente

cuando no digo que sí?

Adivina quién espera que llegue

diciendo:

¡Papito estoy aquí!

MAMITA, YO TE QUIERO

Autora: Lilia E. Calderón Almerco

Mamita, yo te quiero

hasta el cielo azul

Dime ¿hasta dónde

me quieres tú?

"Te quiero hasta las nubes

que parecen de algodón".

"Te quiero hasta la luna

que sale después del sol".

Mamita, yo te quiero

hasta el cielo azul.

Dime ¿hasta dónde

me quieres tú?

NO TE DUERMAS ABUELITA

Autora: Lilia E. Calderón Almerco

No te duermas abuelita

en un cuento tan bonito.

Dime si el dragón regresa

al castillo de la princesa.

No te duermas abuelita,

este cuento me ha encantado,

     no me has dicho si el jinete

vence al dragón dorado.

No te duermas abuelita,

que este cuento no ha acabado,

y no me has dicho todavía

"Colorín, colorado".

RECUERDOS DE MI ABUELO

Abuelito, mira el cielo,

cómo  brillan  los luceros.

¿Son los ojos de los ángeles

que me cuidan con esmero?

Vamos, vamos abuelito,

ya es muy tarde y hace frío.

Déjame que yo te abrigue

como si fueras solo un niño.

LA PELOTA VIEJA

Luchito era un niño deportista que amaba el fútbol.  Su mamá le había regalado un traje deportivo nuevo y estaba muy feliz.  Pero Luchito quería que su mamá le comprara aquella pelota que ambos habían visto aquella mañana en la tienda, cerca del mercado, la pelota más bonita y más cara. Y aunque su mamá le había dicho que no contaba con dinero para comprarla,  él no perdía las esperanzas.

Aquella noche, agotado por el entrenamiento de la tarde, Luchito se acostó temprano y muy pronto se durmió. Soñó con la pelota nueva; una pelota tan grande como el planeta tierra; una pelota que se elevaba por el espacio y que él no podía atrapar.

Por la mañana, se despertó al escuchar  "¡Luchito, levántate, vas a llegar tarde al juego!".  Era su mamá que lo despertaba mientras  le mostraba una pelota.  Era su misma pelota vieja, la que su mamá había mandado parchar.  Luchito se quedó mirando aquella pelota  por varios segundos, se frotó los ojos,  luego la tomó y dijo “gracias mamá”.  Él no se desanimó sino que se mostró contento y, después de desayunar y besar a su mamá, partió hacia el estadio junto con los chicos de su equipo.

Aquel sábado, Luchito, el niño deportista, iba con su pelota parchada, pero iba feliz, sabía que había entrenado mucho  y esperaba anotar varios goles.  

MAMÁ, HOY RECORDÉ TU CARIÑO

Mamá,

hoy recordé tu cariño

y cómo me acurrucabas

cuando yo era un niño.

Si alguien me regañaba

y todo me salía mal,

Cuánto me consolaba

estar en tus brazos mamá.

Ahora, yo, adolescente

ya no te cuento mis cosas,

pues creo que tú no entiendes

estas mi ideas locas.

Aunque no te lo digo,

tú sabes que te quiero,

y en este día yo prefiero

empezar a ser tu amigo.

Mamá,

hoy recordé tu cariño.

ESTA ES MI CASA

Es mi casa sencilla,  

es mi casa pobre,

pero ella tiene un brillo,

el brillo del orden.

Es mi casa pequeña,

sin señal de grandezas,

pero ella tiene un aroma,

el aroma de la limpieza.

Es mi casa el  lugar

donde vivo contento,

donde encuentro cariño,

descanso y alimento.

ADIVINA QUIÉN

Por Liliesmeralda

¿Adivina quién trabaja por mí?

¿Quién me ama por siempre

y me enseña a ser feliz?

¿Adivina quién se desvela por mí?

¿Quién arruga la frente

cuando no digo que sí?

Aquel que espera que llame

diciendo: ¡Papito estoy aquí!

¡Feliz día Papá!

EN LOS BRAZOS DE PAPÁ

Por Liliesmeralda

Una torre segura

son tus brazos papá,

torre llena de ternura,

donde yo me quiero quedar.

LA SEÑORA DE LA LUNA

Por Liliesmeralda

–       Dime, mamá ¿Qué te parece la luna en el cielo?

–       Me parece una bola de algodón o una pelota de fuego.

–       Mamá  ¿Quién habita en la luna?

–       Una señora blanca como ninguna.

–       ¿Por qué siempre está ahí? ¿Por qué no baja?

–       Porque todo el tiempo ella trabaja.

–       ¿Y qué hace con tanto empeño?

–       Teje ropa para los ángeles del cielo.

–       Pero mamá ¿Es que ella no descansa?

–       No, porque los que viven en el cielo nunca se cansan.

–       Mamá, yo quiero vivir en la luna bella.

–       Claro que sí, pero ahora vete a dormir y a soñar con ella.